domingo, 22 de diciembre de 2013

LOS DOS MALES CRÓNICOS MÁS GRAVES QUE EL CÁNCER Y EL SIDA

El Perú republicano enfrenta debilmente la ignorancia e injusticia social. El estado descuida estas trabas del desarrollo integral,  de ese modo excluye a la sociedad necesitada, de la salud, la alimentación, y la cultura con identidad.

El estado peruano cuando abandona el sistema  educativo y el poder judicial, expone a la población más numerosa a la tiranía y opresión de la ignorancia. Condiciona el abuso y prepotencia del dinero, la explotación de las gentes pobres por el dinero usurpador, regulado por leyes parcializadas con el sistema bancario en concordancia con leyes jurídicas exclusivistas de la propiedad privada.

El Perú sin sistema educativo sólido, carece de pensadores, estrategas, visionarios, filósofos, profesionales cultos, investigadores relevantes de cada especialidad profesional, artistas o deportistas con cultura y educación mediana. Tampoco existen políticos con talla de líderes estadistas y ética social.
El ministerio de educación abandona todos los niveles educativos ya que no existe concatenación entre ellos. Un Proyecto educativo a mediano y largo plazo, se requiere en cumplimiento de funciones integrales para el nuevo ciudadano peruano.
Pero el abandono más clamoroso es en los aspectos por donde debe empezar todo desarrollo serio en la educación, como es el nivel inicial. En el poder judicial el abandono es en las instancias básicas de los Juzgados de Paz.
Tan es así, que los docentes de nivel inicial carecen totalmente del auxilio de profesionales básicos en la educación integral del nuevo peruano. Los centros educativos iniciales de las regiones causan desaliento y tristeza.

Los jueces de Paz no reciben un estipendio mínimo del estado, se les entrega un tarifario para que cobren por las atenciones que dan a las poblaciones mas necesitadas y pobres, donde los problemas jurídicos y educativos son los orígenes de una sociedad débil, inestable, sin posibilidades de desarrollo.
Mucha gente creerá que los aumentos aprobados para los jueces corresponden a los jueces de Paz, cuando ellos están abandonados y excluidos del aparato judicial.

Nada ético de social ni profesional tienen los magistrados al pedir aumento, sin tener en su argumento un proyecto técnico que resuelva en parte, una mejor atención a los litigantes, un proyecto de prevención y educación jurídica a la población para que no entren en conflictos por su ignorancia, pobreza e impotencia ante el dinero usurero. Porque ya es consabido que en el Perú solo hay justicia y educación para el que tiene plata.

¿Qué hacer? Fácil y sencillo, ante la desocupación que hay para los docentes y abogados jóvenes y habiendo tanto dinero en el estado peruano, se les debe dar empleo en la forma de Equipos de técnicos integrados (ETIs). ¿En qué consiste los ETIs?

En concederles una villa residencia  en los gobiernos locales, donde harían prevención y atención primaria los docentes y abogados conjuntamente con los médicos, ingenieros, psicólogos y nutricionistas. Se necesitan profesionales incentivados por el estado peruano para humanizar el capitalismo degradante que mucho daño hace al Perú con el cuento del mercado libre. 

Como dijo un estadista, el hombre es el remedio del hombre, por tanto, se debe preparar a ese futuro hombre desde su niñez, ofreciéndole una sociedad con educación integral y justicia social.
La condición miserable del ser humano condicionado por la ignorancia y la injusticia social es el flagelo más duro, a su vez condicionantes de la pobreza, de los desequilibrios biopatológicos del cáncer, del sida y demás pandemias.







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