EL DERECHO A LA SALUD EN EL PERÚ (ENSAYO)

EL DERECHO A LA SALUD, PRIORIDAD DE LA DIGNIDAD HUMANA

El objetivo principal de una Política de salud estatal es asegurar que el gasto directo de las familias en salud debe disminuir. Resulta que el seguro y la atención privada hace lo inverso, por ejemplo el 2009 las familias ponían de sus bolsillos 8588 millones de soles (1.9% del PBI), mientras que en el 2013 las familias ponen 11320 millones de soles (2.1% del PBI).

La evidencia recopilada por la OMS alrededor del mundo demuestra una regla fundamental: a mayor presencia del mercado de la salud con dinero que las familias destinan de su bolsillo, mayores son los grados de desigualdad en salud.

El objetivo concordante de la sociedad con el estado, es 

que la sociedad en conjunto ahorre al gastar menos en salud. Esto se hace mejorando la calidad de atención de los servicios públicos del estado. Por lo que el estado peruano debe implementar concordantemente con el sector educación el proceso integral de la acreditación en Salud y Educación simultáneamente, para mejorar el sistema de gestión de calidad en servicios de atención médica, y en la prevención y promoción de la salud.

El discurso de la intrínseca ineficiencia pública es ideológico. Los mejores y más eficientes sistemas de salud del mundo son de carácter público, y por ello el Estado cuenta con una mayor presencia en el financiamiento. Hoy en el Perú el aporte estatal llega sólo a 35% de todo el gasto en salud que se hace cada año; mientras por ejemplo en Brasil es 47%, Costa Rica 68%, Chile 52%.

¿Qué debe hacer el estado peruano, o mejor, cómo debe incluir a las capas sociales desprotegidas del derecho y equidad a la salud?, simplemente debe asumir el buen ejemplo de los países que han entendido y aplican el humanismo y la solidaridad social.

“Veamos la realidad del mundo industrializado con información de OMS al 2006 sobre financiamiento estatal del gasto total en salud:

Alemania 76%, Bélgica 72%, Dinamarca 85%, España 71%, 

Francia 79%, Irlanda 78%, Islandia 82%, Japón 81%, Nueva 

Zelanda 77%, Suecia 81%, Inglaterra 87%, Noruega 83%, Holanda 80%.

Como vemos, el aporte público tiene directa relación con la 

calidad de los sistemas de salud y el desarrollo social, en 

países capitalistas y de libre mercado. Lo que sucede, es 

que estas naciones han entendido que la salud es una 

responsabilidad pública y no debe dejarse a expensas del 

mercado”.

Veamos otra evidencia pero demostrando la ineficacia política en materia de salud de los seguros y servicios privados. “Hasta hace poco la mayoría de entendidos peruanos festejaba a Colombia como ejemplo ya que había logrado afiliar con algún tipo de seguro al 95% de su población. La realidad se impuso a la estadística y el sistema de salud basado en seguros de Colombia simplemente colapsó, justamente porque tener un seguro no garantiza ni el financiamiento, ni la integralidad, menos la solidaridad. Hoy que estamos discutiendo la salud es oportuno comenzar a desmitificar las creencias que aún se mantienen en la conducción de la salud del país”.

Objetivado los conceptos técnicos y demostrado su 

veracidad en los hechos reales, toca a las organizaciones 

sociales, sindicales, SUTEP, CGTP, FARTAC, etc, 

representativas de los derechos sociales y labolares del 

Perú, al Congreso principalmente, dar un momento de 

prioridad y seguir paralelamente con los derechos 

reivindicativos, a luchar organizadamente con la herramienta

jurídica, para recuperar la dignidad humana del ciudadano 

peruano en dos aspectos prioritarios, primero el derecho al 

trabajo y segundo el derecho a la salud, porque sin salud 

no podemos laborar y desempeñar la libertad humana, la 

solidaridad social, y desarrollar la cultura y el conocimiento 

de la sabiduría plena.

Basta ya de colas y campañuelas denigrantes de atención 

de salud, como si fuera un favor y limosna al débil y 

necesitado, esto es lessa humanidad y atentado al riesgo de 

vida, de los seres humanos.

La salud y la educación se sirve al ciento  por ciento y se 

cumple con excelencia en un estado verdaderamente 

patriota, nacionalista y democrático.